jueves, 28 de junio de 2012

Solemos decir: volvamos a empezar. ¿Volvamos a empezar a qué? ¿A discutir?, ¿a mentir?. Podemos volver a vivir el primer beso, el primer paseo, la primera partida al billar o a las cartas, el primer baño en la playa, la primera película, la primera canción, el primer abrazo, el primer: estaré aquí siempre,  la primera vez que salimos corriendo dejando el orgullo atrás; la primera cena juntos, el primer perdón, la primera caricia, la primera risa contagiosa o la primera vez que me hiciste cosquillas... Aunque no estaré dispuesta a vivir de nuevo los gritos, las discusiones, los celos, los "hasta luego tía", los "olvídame", los "no seguiré detrás tuya", los remordimientos de conciencia, los llantos, los "no te hablo, no te ruego", las mentiras... No, no estaré dispuesta a aguantar nada de eso, no estaré dispuesto a aguantar más falsas promesas, más falsos "te quiero".

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